
Síndrome del «nido vacío»: cuando los hijos se van de casa.
Se le llama síndrome del «nido vacío» a la situación que se da cuando los hijos se van de casa por avanzar en su vida académica o simplemente porque es tiempo de escribir su propia historia.
Esta es una de las situaciones más difíciles por las que debe transitar una madre en su vida. Si bien es algo que puede ocurrir en ambos padres, estos sentimientos suelen ser más duros en las mujeres. Cuanto más fuerte sea el lazo maternal, más empeorará esta condición.
El rol de los padres cuando el o los hijos viven con ellos se torna inmediato y cercano. Todo lo contrario, sucede cuando ellos deciden irse a vivir solos o forman una familia y se van de casa.
Casi nadie está preparado para esta situación, sin embargo, lo normal y deseado es que se entienda la naturaleza y necesidad de este cambio para el crecimiento de nuestros hijos y sobre todo que se comprenda que es parte de la “ley de la vida.”
Los padres pasan por varias etapas cuando sucede un acontecimiento como este. La partida de un hijo suele provocar soledad en el hogar y es posible que los padres tarden en entender que sus hijos crecieron e hicieron una vida independiente. En una situación como la que hemos descrito líneas arriba, el papel protagónico que tiene un padre en la vida de un hijo puede pasar a un segundo plano y caso nadie está preparado para esto.
Es un hecho que el “síndrome del nido vacío”, puede ser un gran problema en la estabilidad emocional de los padres y está documentado que en la mujer es una de las principales causas de depresión.
Se sabe también que esta situación modifica la dinámica del hogar y esto cambia la organización de las comidas y allí es donde aparecen los desórdenes alimenticios que afectan generalmente a la mujer también.
Acorde a los profesionistas en diferentes áreas del comportamiento, la clave está en saber adaptarse a esta nueva situación. Quien aprende a convivir con este nuevo escenario consigue estabilizarse y mantener una nueva y productiva relación con sus hijos.
Ambos padres deben de buscar en esta etapa nuevas actividades de crecimiento, sin embargo, la mujer debe de buscar herramientas para volverse a sentir útil. Una de ellas es precisamente dedicarse tiempo a si misma, a comer mejor y a hacer todo lo posible por verse al espejo y volver a gustarse.
La Fundación del Conde, por medio del programa “Mírate y sé feliz” busca empoderar a mujeres, como las que están pasando por depresión debido al síndrome del “nido vacío”, ofreciéndoles un programa especial que incluye acompañamiento psicológico, asesoría nutricional y la aplicación de aparatología relacionada al área de la Medicina Estética, para llegar a un punto donde se pueda evaluar incluso la realización de procedimientos quirúrgicos para mejorar totalmente su apariencia y volver a retomar su vida a partir de “mirarse al espejo y ser felices nuevamente”.
Mamás, es necesario recordarse a sí mismas que han sido exitosas en la misión de educar y formar a gente de bien, con lo que se entenderá que esa misión ha concluido y ahora es tiempo de buscar nuevas metas relacionadas a ustedes mismas y a su crecimiento en esta nueva etapa de sus vidas. En la Fundación del Conde lo sabemos y las estamos esperando.